Perros y gatos, más parecidos de lo que te imaginas
Aunque a simple vista parezcan totalmente distintos, lo cierto es que guardan más relación de lo que aparentan
Son varios los aspectos que caracterizan tanto a perros como a gatos, y aunque cada uno cuente con su peculiar personalidad, también comparten características esenciales.
Convivencia
Ambas especies son capaces de convivir en un ambiente restringido, o mejor dicho hogareño, se han acostumbrado tanto a estar a nuestro lado que constantemente buscan nuestro afecto y han adquirido hábitos característicos de animales domésticos. Lo más importante es que nos quitan el estrés y tranquilizan nuestro estado anímico.

Alimentación
Se presume su origen carnívoro proveniente de sus antepasados para ambas mascotas, sin embargo, con el paso de los años se han acostumbrado a la alimentación que su amo le ofrezca, siendo muchas veces peligroso para ellos, como algunos huesos de otros animales, el chocolate o frutas que su sistema no soporta. Lo ideal es brindarles una alimentación nutritiva en cantidades recomendables.

Comunicación
Los dos poseen un lenguaje corporal un tanto similar, incluso muchas veces por el movimiento de sus orejas o su boca podemos entender cómo se sienten; el paso en el que andan, si es muy rápido o lento, también nos dice mucho de sus emociones. Y sin duda alguna la cola refleja su felicidad y tranquilidad: el perro la mantiene agitándose velozmente, mientras que el gato la deja erguida.

Reproducción
La hembra de estos dos mamíferos pueden procrear a varias crías en un sólo periodo, además de permanecer un considerable tiempo al cuidado de ellos y sobre todo a su estricta protección.

Emociones
Otra particularidad de los dos es la ansiedad o la plena alegría que pueden llegar a presentar ante determinada situación, como cuando toda la familia sale de casa y ellos se quedan solos; lo mismo sucede en el caso contrario cuando todos los miembros se encuentran a su alrededor, respectivamente. Pueden llegar a sentirse temerosos muy fácil: a los ruidos, otros animales, personas, y demás.
Sentidos agudos
Los sentidos más desarrollados que poseen son el de el oído y el olfato y todos lo sabemos. Hemos vivido situaciones donde no entendemos por qué nuestras mascotas se han alterado y a los segundos alguien toca nuestra puerta, revelando la razón de su ansiedad. Por otra parte, el olfato les permite reconocer a otro perro o gato; según sea el caso pueden identificar, a través de este, el género y estado de salud de otro animal.

Girar antes de echarse
Los dos comparten este instintivo hábito que tanta gracia nos causa y a la vez pocos conocemos; dan dos o tres vueltas sobre su propio eje antes de acostarse. Se dice que este comportamiento se debe a cuando los perros y los gatos eran animales salvajes, o sea que sus antepasados también lo hacían, y les servía para resguardar su territorio y comprobar que no había sido ocupado por otro.
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